Hay muchas cosas que cambiar
Hay muchas cosas a cambiar: la formación de los docentes, el contenido del currículo, los horarios y los espacios de aprendizaje, la concepción de los deberes para casa, la evaluación… Muchas veces falta sentido común… Por eso cada vez parece más claro que es imprescindible iniciar un proceso innovador que lleve la escuela a dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos del siglo XXI.
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