El Gavà de los años 20

El Gavà de Por hacer a tu muerte compañía era un pueblo que, en 1925, no llegaba a los 2.500 habitantes.De todas maneras, ya se hacía evidente un importante despliegue urbanístico, producido por la implantación de las primeras industrias y la pujante agricultura exportadora que atraía mucha mano de obra inmigrante.

Si en 1800 Gavà estaba formado por seis pequeños arrabales que daban cobijo a los 800 habitantes del municipio, los inicios del siglo XX trajeron un rápido crecimiento. Así, en 1872 se proyectan las primeras calles (Sant Isidre, Centre y Salvador Lluch). En 1881 se urbaniza la Rambla y la calle de la Mercè. En 1900 el pueblo ya disponía de 24 calles y plazas. En 1920 se urbanizan la calle Artur Costa y sus adyacentes. En 1924, las Colomeres. En 1929, la Barceloneta…

En los años veinte, la mayoría de los trabajadores continuaban siendo agricultores, en régimen de propiedad, aparcería o a jornal. Pero vinculada a la implantación de la industria, surgiría una incipiente clase obrera local. Al mismo tiempo, empezaron a tener importancia los artesanos y los comerciantes.

En las primeras décadas del siglo XX, tres hacendados destacaban por encima del conjunto de la sociedad local: Manel Girona, Salvador Lluch y Artur Costa.

Al lado de estos potentados, la sociedad gavanense de aquella época se caracterizaba por una fuerte dinámica asociativa, con un índice de unas 6,4 asociaciones por cada mil habitantes en 1920.

Mucho ha cambiado Gavà en estos casi cien años… Aquí puedes encontrar espacios y lugares que aparecen en la novela y por los cuales se movía Martí Rovira.

Las fotografías antiguas son propiedad y gentileza del Arxiu Municipal de Gavà (AMG).

Fotografía aérea de Gavà en 1930 en la que se refleja el crecimiento de la población con la fábrica de los Hules y la factoría Roca en segundo término. Siguiendo la carretera en dirección Castelldefels se puede ver parte del American Lake.

Si pasas el cursor por encima de la imagen, verás cómo es ese lugar en la actualidad.

«Un domingo de noviembre de aquel 1923 Anna se empeñó en ir al baile en el nuevo Casino que hacía unos meses que se había abierto en la Rambla de Gavà. A Martí no le apetecía excesivamente prodigarse en aquel local. En el fondo, había venido a sustituir al Cafè de la Plaça, el lugar de reunión de la burguesía del pueblo y de los afines a la Liga Regionalista. Y donde había tenido los encuentros que nunca hubiera deseado tener con Joan Soler…»
El año 1922 Salvador Lluch decidió invertir en la construcción de un nuevo local para el Ateneo. Nacía así el Casino en la Rambla Casas, entre el pasaje de la Rambla y la calle del Centre.
Estuvo en funcionamiento hasta que fue derribado a mediados de los años setenta para construir bloques de pisos.

«¿Quieres decirme quién se ha hecho casa nueva en la plaza de al lado de su finca? Los nuevos ricos. ¿Dónde han ido a parar los mendigos que buscaban cobijo en los porches de esa plaza? Benet, el dinero llama al dinero. Esa zona ahora es de prestigio. Vivir al lado de la familia Lluch distingue al rico y repudia al pobre.»
Entre 1872 y 1925 se realizaron diversas obras urbanísticas en los terrenos cercanos a la Torre Lluch. Se abrieron las calles de Sant Isidre, del Centre, de Sant Josep y de Marc Grau, perfilándose así la Plaça de Dolors Clua. Aquí era donde antiguamente estaba la era de batir el grano y, al lado, un callejón estrecho cercano a los pórticos del Caminal, antiguo camino que iba desde la Torre Lluch hasta la Plaça Major y que más tarde se convirtió en la calle de Salvador Lluch.

«La austeridad de la iglesia era el reflejo de la pobreza del pueblo. La fachada era muy sencilla, con una puerta enmarcada por dos columnas y un frontispicio de estilo renacentista. Sobre la puerta, una pequeña claraboya, que no llegaba a rosetón, dejaba entrar la luz al coro. La nave era rectangular, con tres capillas abiertas a lado y lado. La cubierta era una bóveda gótica con tres claves. Sobre el altar barroco, estaba situada otra clave semidecagonal.»
La antigua Iglesia de Sant Pere se edificó entre 1622 y 1629 y fue costeada con diferentes aportaciones económicas de los gavanenses. En ese antiguo templo se mezclaban diferentes estilos arquitectónicos. Así, el campanar era románico (ya que se aprovechó de una iglesia anterior), la aguja donde se ubicaron las campanas era de tendencia barroca y la estructura del edificio era renacentista.
En 1936, durante la Guerra Civil, sufrió un incendio que la destruyó totalmente.
En 1939 se acondicionó el salón de baile del Bar Esport (en la calle Industria) como iglesia provisional y se empezaron los trámites para la construcción de un nuevo templo.
La nueva iglesia, la actual, se inauguró el 25 de julio de 1
954.

«Aquella mañana del primer domingo de abril, la plaza Mayor estaba repleta de grupos de jóvenes que henchían el aire con su alegría y sus voces. Canastos con comida y bebida reposaban en el centro de los corros que se habían formado mientras se esperaba a los miembros más rezagados. Muchos aprovechaban la fuente pública para llenar botellas con aquel agua que llegaba desde la mina de Can Tries.»
La Plaça Major, entre las calles de Salvador Lluch y la de Sant Pere, es una de las más antiguas. Antiguamente se la llamaba plaza de la Creu de Terme, ya que por allí pasaba un camino medieval.
Uno de sus edificios más emblemáticos es la casa Planas i Crehuet, construida en 1859 y en cuya fachada se instaló una fuente pública para abastecer de agua potable a la población.
En la década de los años treinta se instaló el mercado municipal, després de acondicionar el antiguo edificio que había alojado las Escuelas Nacionales.

«Sus padres les habían explicado muchas veces que se había construido hacía treinta años, en los años en que el ferrocarril llegó al pueblo. Era un paseo de veinte metros de ancho que unía el Carrer Nou con la estación y que, aunque poco transitado, a los dos hermanos les gustaba recorrer. Les encantaba hablar mientras pateaban aquel suelo de tierra con plátanos a lado y lado. […]
—Llegará un día en que este paseo será la esencia de nuestro pueblo —dijo Martí mirando las recias ramas de los árboles—. Aunque ahora hay poca gente y es sólo de paso para ir a la estación, verás como será una de las vías imponentes de Gavà. ¡Estos árboles son preciosos!»
El tramo que comprende la Rambla Vayreda y la Rambla Lluch se abrió en 1881, a raíz de la llegada del ferrocarril a Gavà. El de la Rambla Casas, que iba de la calle Setge dels Màrtirs hasta la calle del Centre, se inició en 1926, una vez realizado el desvío de la riera de Sant Llorenç.

«Los dos hermanos hacía poco más de un año que pertenecían a La Igualtat, la sociedad coral que se formó con la excusa de poner música a la inauguración de la Rambla y de la estación cuando casi cuarenta años atrás llegó el ferrocarril a Gavà.»
El 28 de diciembre de 1881 se inauguró la línea de tren que unía Vilanova con Barcelona. En Gavà, la inauguración coincidió con la del tramo de la Rambla que conducía hasta la estación.
La llegada del ferrocarril al pueblo significó un importante paso adelante en la vida económica del municipio.

En 1914 la línea fue dotada de doble vía.

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