El Gavà de los años 20 (3)

«Los tres hombres estaban tensos y lo saludaron con sonidos guturales y movimientos de cabeza. Sin decir palabra, subieron al automóvil que estaba detenido junto a uno de los plátanos que se alineaban a lado y lado de la carretera que unía Gavà con Viladecans. Martí subió atribulado a la parte trasera del vehículo y Giner se sentó junto a él.»
La carretera de Santa Creu de Calafell pasa por el antiguo camino, que se llamaba estrada, y que entre los siglos X y XIV finalizaba en el actual Port Ginesta. Un edicto real de 1392 ordenó ampliarlo por las costas del Garraf y pasó a llamarse Camino Real. En el siglo XV el camino fue desviado y dio lugar a las actuales calles Major, Setge dels Màrtirs, Castelldefels y Joaquim Falguera. No sería hasta el siglo XIX que esta vía tendría un aspecto parecido al actual.
En 1864, coincidiendo con la inauguración del puente del río Llobregat entre Cornellà i Sant Boi, se iniciaron las obras de la carretera, que llegó a Gavà en 1873.

«Tras más de cuarenta minutos de caminata, llegaron a un desvío y giraron hacia la derecha, siguiendo la senda que todo el pueblo conocía como el camino del Fons del Fangar. A través de él llegaron a la entrada de la Colonia de Can Amat.
Lo primero que encontraron fue la masía, que según constaba en el dintel de la puerta, había sido construida en 1741 por Joan Amat. Era de tipo basilical, de planta rectangular y con dos pisos de altura. En su fachada destacaba un reloj de sol y un esgrafiado con elementos geométricos.»
La Colonia Amat se encuentra cerca de la Font del Ferro y a principios del siglo XX se convirtió en centro de veraneo de personas relevantes y acomodadas.
A parte de la casa solariega (de 1741), se construyeron tres casas con capacidad para unas doce familias, una ermita, un campo de tenis, una piscina y un mini-golf.

«Antes de las siete de la tarde ya estaba en Cal Matahores, el primer café-fonda que se había abierto en el pueblo hacía ya treinta años y que era conocido con ese nombre al ser el local donde los labradores se reunían para charlar sin prisas. El café estaba muy cerca de su casa, en la esquina de la calle Sant Pere con la de la Rectoría y era lugar de paso para los carreteros que llevaban sacos de grano o verdura a Barcelona y decidían comer y descansar. Por eso tenía un gran patio interior por donde entraban los carros y que conducía a unos establos donde descansaban los animales.»
En 1890, Josep Tintoré y su esposa Balbina Brigué abrieron el café-fonda Cal Pim-Pam en la esquina de las calles Sant Pere y Rectoría. Conocida popularmente como Cal Matahores, trabajaban cuatro mozos que recibían los carreteros que iban hacia Barcelona porteando sacos de grano, verduras o paja y decidían descansar.
En 1964 se derribó la antigua casa donde estaba el café y se construyeron las galerías Pim-Pam, con un restaurante en el primer piso.

«Su casa estaba a pocos pasos de la calle Sant Pere, la verdadera artería viva del pueblo y siempre la más concurrida. No era extraño que muchas familias que trabajaban el campo vendieran en su portal los productos que no llevaban al Borne y poco a poco había ido creciendo el número de comercios abiertos en aquella calle. Los hermanos Rovira saludaron a la dueña de Cal Ratolí que, en el balcón, se ocupaba de cambiar la rama de pino que tenía allí colocada. Aquella era la señal que indicaba que en su establecimiento, además de comestibles, se vendía vino y carbón.
En el edificio del Ayuntamiento, en la esquina con la calle Cap de Creus, ondeaba la bandera de un largo mástil inclinado que llegaba hasta la mitad de la calle.»
La calle Sant Pere es una de las más antiguas de Gavà, aunque antiguamente tenía longitud mucho más pequeña que la actual. Desde el principio se establecieron muchos comercios y alojó también el Ayuntamiento.

«Fueron caminando por el Carrer Nou hasta la Rambla, la vía que marcaba los limites del pueblo. Más allá sólo había campos. Sus padres les habían explicado muchas veces que se había construido hacía treinta años, en los años en que el ferrocarril llegó al pueblo.»
Hoy en día, la calle Setge dels Màrtirs aún mantiene la fisonomía del nucleo antiguio del pueblo. Por aquí pasava el Camino Real que después continuaba por la calle Major.
En el siglo XIX se fueron construyendo casas a lado y lado de la vía y se originó lo que durante muchos años se conoció como Carrer Nou.
El 11 de septiembre de 1922, en la fiesta que muestra la fotografía, se deicidió cambiar el nombre por el actual de Màrtirs del Setge de 1714, en recuerdo de los gavanenses que sufrieron los saqueos y escarnios durante la Guerra de sucesión, después de que Barcelona fuera vencida.

«Fue cinco años después de traer la electricidad a Gavà, cuando Artur Costa cedió al Ayuntamiento dos solares de la calle de Les Moreres para que se construyera allí el matadero municipal. Y dos años más tarde, ya en 1916, el pleno municipal decidió dar el nombre de Artur Costa a aquella calle que comunicaba La Rambla con el nuevo macelo.»
Artur Costa cedió en 1914 dos solares de su propiedad para que el Ayuntamiento construyera el Matadero del pueblo, razón por la cual el Consistorio decidió darle su nombre a la calle que llegaba desde la Rambla Vayreda.

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